sábado, 16 de octubre de 2010

SISTEMA OSEO

EL SISTEMA OSEO



EL SISTEMA OSEO Y EL ESQUELETO

El sistema óseo está formado por un conjunto de estructuras sólidas compuestas básicamente por tejido óseo, que se denominan huesos.
Un esqueleto interno consiste en estructuras rígidas o semirrígidas dentro del cuerpo, que se mueven gracias al sistema muscular. Si tales estructuras están mineralizadas u osificadas, como en los humanos y otros mamíferos, se les llama huesos. Otro componente del sistema esquelético son los cartílagos, que complementan su estructura. En los seres humanos, por ejemplo, la nariz y orejas están sustentadas por cartílago. Algunos organismos tienen un esqueleto interno compuesto enteramente de cartílago, sin huesos calcificados, como en el caso de los tiburones. Los huesos y otras estructuras rígidas están conectadas por ligamentos y unidas al sistema muscular a través de tendones.
El esqueleto humano es una forma de poder sumamente criticable ya que las diferencias entre las partes las llevan al enfrentamiento de los huesos coquitlicos. A excepción del hueso hioides que se halla separado del esqueleto, todos los huesos están articulados entre sí formando un continuum, soportados por estructuras conectivas complementarias como ligamentos, tendones, y cartílagos.
El esqueleto de un ser humano adulto tiene, aproximadamente, 206 huesos, sin contar las piezas dentarias, los huesos sutúrales o wormianos (supernumerarios del cráneo) y los huesos sesamoideos.
El conjunto organizado de huesos u órganos esqueléticos conforma el sistema esquelético, el cual concurre con otros sistemas orgánicos (sistema nervioso, sistema articular y sistema muscular) para formar el aparato locomotor.
El esqueleto óseo es una estructura propia de los vertebrados. En Biología, un esqueleto es toda estructura rígida o semirrígida que da sostén y proporciona la morfología básica del cuerpo, así, algunos cartílagos faciales (nasal, auricular, etc.) debieran ser considerados también formando parte del esqueleto.

FUNCIONES BASICAS DEL ESQUELETO
Los huesos desempeñan funciones importantes entre las cuales se pueden mencionar las siguientes.
1) FUNCION DE SOSTEN: El esqueleto constituye un armazón donde se apoyan y fijan las demás partes del cuerpo, pero especialmente los ligamentos, tendones y músculos, que a su vez mantienen en posición los demás músculos del cuerpo.
2) LOCOMOCION: Los huesos son elementos pasivos del movimiento, pero en combinación con los músculos permiten el desplazamiento, ya que les sirven de punto de apoyo y fijación.
3) PROTECCION: En muchos casos los huesos protegen los órganos delicados como en el caso de los huesos del cráneo, que constituyen una excelente protección para el encéfalo; la columna vertebral y las costillas protegen al corazón y los pulmones; las cavidades orbitarias protegen a los ojos; el hueso temporal aloja al oído, y la columna vertebral protege la médula espinal.
4) HEMATOPOYESIS: En la médula roja de los huesos largos se producen los glóbulos rojos y en menor cantidad linfocitos y monocitos.

HUESO

El hueso es un órgano firme, duro y resistente que forma parte del endoesqueleto de los vertebrados. Está compuesto principalmente por tejido óseo, un tipo especializado de tejido conectivo constituido por células, y componentes extracelulares calcificados. Los huesos también poseen cubiertas de tejido conectivo (periostio) y cartílago (carilla articular), vasos, nervios, y algunos contienen tejido hematopoyético y adiposo (médula ósea).
Los huesos poseen formas muy variadas y cumplen varias funciones. Con una estructura interna compleja pero muy funcional que determina su morfología, los huesos son plásticos y livianos aunque muy resistentes y duros.
El conjunto total y organizado de las piezas óseas (huesos) conforma el esqueleto o sistema esquelético. Cada pieza cumple una función en particular y de conjunto en relación con las piezas próximas a las que está articulada.
La superficie de los huesos presenta prolongaciones, protuberancias y tuberosidades, en las que se insertan los ligamentos de las articulaciones y los tendones de los músculos, y una gran variedad de irregularidades como surcos, poros y depresiones por las que discurren y penetran los vasos sanguíneos y los nervios.

COMPOSICION Y ESTRUCTURA DE LOS HUESOS

Los huesos son estructuras resistentes de color blando amarillento compuestos de sustancias minerales y orgánicas. Las sales minerales le dan dureza y resistencia a los huesos y son:
Fosfato de calcio 85°/o, Carbonato de calcio 9 °/o, Fluoruro de calcio 4°/o, Fosfato de magnesio 2 °/o. La oseína es la sustancia orgánica y constituye más de 1/3 del material que forma los huesos y ella confiere a los huesos elasticidad y resistencia.  Los minerales de los huesos no son componentes inertes ni permanecen fijos sino que son constantemente intercambiados y reemplazados junto con los componentes orgánicos en un proceso que se conoce como remodelación ósea. Su formación y mantenimiento está regulada por las hormonas y los alimentos ingeridos, que aportan vitaminas de vital importancia para su correcto funcionamiento.

ESTRUCTURA DE LOS HUESOS

Si se hace un corte longitudinal en el hueso largo podemos observar las siguientes estructuras:
  • El periostio o membrana fina conjuntiva que recubre todo el hueso.
  • El tejido compacto, que parte desde los extremos o epífisis y se engruesa en el centro o diáfisis,
  • El tejido esponjoso, que se ubica en la epífisis y constituye la médula ósea
  • El canal medular, que se encuentra ocupado por la médula ósea. En la médula ósea roja se encuentran los eritoblastos, de los cuales se originan los eritrocitos o glóbulos rojos, por tanto esta estructura constituye el principal órgano hematopoyético.
En cuanto a su estructura microscópica el tejido óseo está constituido por células óseas u osteoblastos y sustancia fundamental. En un corte transversal se observan los canales de Havers, alrededor de los cuales se disponen en capas concéntricas las laminillas.
TIPOS DE HUESOS
Según su tamaño y forma, se pueden diferenciar tres tipos de huesos: huesos largos, planos,  cortos e irregulares.

  1. LOS HUESOS LARGOS: como los de las extremidades, son cilíndricos y alargados. Disponen de un cuerpo central ó diáfisis y de dedos extremos o epífisis, que forman parte de las articulaciones. La zona en la que se une la diáfisis con los extremos óseos se conoce como metáfisis. Constan de una corteza, que es una capa externa de tejido óseo compacto de varios milímetros de espesor, y es la que brinda solidez al hueso, y de una zona interna denominada cavidad medular. La corteza está revestida por fuera por una lámina de tejido conjuntivo y óseo denominada endostio. La cavidad medular de los extremos óseos está rellena de un tejido óseo esponjoso, poco denso. En las zonas centrales de los huesos, la cavidad alberga un tejido distinto: la médula ósea.
  2. LOS HUESOS PLANOS: como los del cráneo, el esternón, las costillas o los huesos ilíacos, son delgados, planos y anchos. Cuentan con una capa externa de tejido óseo compacto, y están rellenos de tejido óseo esponjoso.
  3. LOS HUESOS CORTOS: como las vertebras, los huesos del carpo de las manos y los del tarso de los pies, son pequeños y tienen forma cúbica o cilíndrica. Al igual que los huesos planos, cuentan con una capa externa de tejido óseo compacto, rellena de tejido óseo esponjoso.
  4. LOS HUESOS IRREGULARES son los huesos que no tienen una forma definida y en algunos casos su difícil acceso no nos permite ver su forma real.
El hueso no es totalmente sólido sino que tiene pequeños espacios entre sus componentes, formando pequeños canales por donde circulan los vasos sanguíneos encargados del intercambio de nutrientes. En función del tamaño de estos espacios, el hueso se clasifica en compacto o esponjoso. El conjunto de un canal central, las láminas concéntricas que lo rodean y las lacunae, canalículos y osteocitos en ellas incluidos recibe el nombre de osteón o sistema de Havers. Las restantes láminas entre osteones se llaman láminas intersticiales.
  1. HUESO COMPACTO: constituye la mayor parte de la diáfisis de los huesos largos así como de la parte externa de todos los huesos del cuerpo. El hueso compacto constituye una protección y un soporte. Tiene una estructura de láminas o anillos concéntricos alrededor de canales centrales llamados canales de Havers que se extienden longitudinalmente. Los canales de Havers están conectados con otros canales llamados canales de Volkmann que perforan el periostio. Ambos canales son utilizados por los vasos sanguíneos, linfáticos y nervios para extenderse por el hueso. Entre las láminas concéntricas de matriz mineralizada hay pequeños orificios o lacunae donde se encuentran los osteocitos. Para que estas células puedan intercambiar nutrientes con el líquido intersticial, cada lacuna dispone de una serie de canalículos por donde se extienden prolongaciones de los osteocitos. Los canalículos están conectados entre sí y, eventualmente a los canales de Havers.
HUESO ESPONJOSO: a diferencia del hueso compacto, el hueso esponjoso no contiene osteones, sino que las láminas intersticiales están dispuestas de forma irregular formando unos tabiques o placas llamadas trabéculas. Estos tabiques forman una estructura esponjosa dejando huecos que están llenos de la médula ósea roja. Dentro de las trabéculas están los osteocitos que yacen en sus lacunae con canalículos que irradian desde las mismas. En este caso, los vasos sanguíneos penetran directamente en el hueso esponjoso y permiten el intercambio de nutrientes con los osteocitos.

NUMERO DE HUESOS

El número de huesos en personas adultas va desde los 206 hasta los 208 aproximadamente, pero debemos recordar que esta cifra no se cumple en los niños pequeños y menos aún en los recién nacidos. Esto se debe a que los recién nacidos nacen con algunos huesos separados para facilitar su salida desde el canal de parto, por ejemplo tenemos los huesos del cráneo, si palpamos la cabeza de un recién nacido encontramos partes blandas llamadas fontanelas: en ellas los huesos están unidos por tejido cartilaginoso que luego se osificará para formar el cráneo de un adulto.
También el maxilar se encuentra dividido en dos, el maxilar superior y el inferior, cuando se suture el maxilar inferior dará lugar a un tipo de sutura llamada sínfisis. Así que el número de huesos depende de la edad de la persona a la cual se refiera, pero como promedio para un adulto es alrededor de 206 huesos.

DIVISION DEL ESQUELETO

Vista frontal y vista trasera del esqueleto humano.
Uno de los esquemas para el estudio del esqueleto humano, lo divide en dos partes:
  1. EL ESQUELETO AXIAL: que son los huesos situados a la línea media o eje, y ellos soportan el peso del cuerpo como la columna vertebral. Se encargan principalmente de proteger los órganos internos.
  2. EL ESQUELETO APENDICULAR: que son el resto de los huesos pertenecientes a las partes anexas a la línea media (apéndices); concretamente, los pares de extremidades y sus respectivas cinturas, y ellos son los que realizan mayores movimientos como la muñeca...
Esqueleto axial: 80 huesos aproximadamente
  • Huesos de la columna vertebral : 26 huesos aproximadamente
    • Cervicales (cuello): 7
    • Torácicos: 12
    • Lumbares: 5
    • Sacro: 1 (formado por la fusión de 5 vértebras)
    • Cóccix: 1 (formado por la fusión de 4 vértebras)
  • Huesos de la cabeza: 29 huesos
    • Cráneo: 8
    • Cara: 14
    • Oído: 8
    • Hioides: 1 (hueso no articulado con el esqueleto)
  • Huesos del Tórax (25)
    • Costillas: 24 (12 pares)
    • Esternón: 1
Esqueleto apendicular: 126 huesos
  • Huesos de la cintura escapular: 4 huesos
  • Huesos de las extremidades superiores: 30 x 2
    • Brazo: 1 x 2
    • Antebrazo: 2 x 2
    • Mano:
      • Carpo (muñeca): 8 x 2
      • Metacarpo (mano): 5 x 2
      • Falanges (dedos): 14 x 2
  • En los miembros superiores y pectorales: 64
    • Brazos y manos: 60
    • Hombros: 2 clavículas y dos escápulas.
  • En los miembros inferiores y pélvicos: 62
    • Piernas y pies: 60
    • Pelvis: 2 huesos pélvicos (formados por la fusión del ilion, isquion y pubis)
ARTICULACIONES
Se denomina articulación a la unión de dos o más huesos entre sí. La función de las articulaciones es brindar movilidad y estabilidad a los segmentos óseos que se relacionan en ellas.
TIPOS DE ARTICULACIONES
Según la amplitud de movimiento que permiten, existen tres tipos de articulación.
  1. ARTICULACIONES FIJAS O SINARTROSIS no permiten prácticamente ningún movimiento a los segmentos óseos involucrados, que contactan unos con otros directamente. Así ocurre en las articulaciones entre los huesos del cráneo, cuya principal función es proteger los órganos que se encuentran en su interior.
  2. ARTICULACIONES SEMIMOVILES O ANFIARTROSIS pueden articularse ligeramente, y los segmentos óseos que la conforman están rodeados de una fina capa de tejido cartilaginoso o fibrocartílago. Tal es el caso de las articulaciones de los cuerpos vertebrales, los cuales solo permiten pequeños movimientos. Pese a ello, cuando se suman los movimientos del conjunto de articulaciones de la columna vertebral, ésta puede describir amplios movimientos de flexión, extensión o rotación.
  3. ARTICULACIONES MOVILES O DIARTROSIS son las que brindan una mayor amplitud de movimiento; en ellas, los extremos óseos que se vinculan entre sí disponen de diversas estructuras que facilitan el deslizamiento de uno sobre el otro y garantizan al mismo tiempo la estabilidad de la articulación. La mayor parte de las articulaciones de las extremidades son de este tipo.
El cuerpo humano tiene diversos tipos de articulaciones móviles. La cadera y el hombro son articulaciones del tipo esfera-cavidad, que permiten movimientos libres en todas las direcciones. Los codos, las rodillas y los dedos tienen articulaciones en bisagra, de modo que sólo es posible la movilidad en un plano. Las articulaciones en pivote, que permiten sólo la rotación, son características de las dos primeras vértebras; es además la articulación que hace posible el giro de la cabeza de un lado a otro. Las articulaciones deslizantes, donde las superficies óseas se mueven separadas por distancias muy cortas, se observan entre diferentes huesos de la muñeca y del tobillo
CARTILAGO ARTICULAR
El cartílago articular es una capa de tejido cartilaginoso y de grosor variables, que reviste la superficie de los extremos óseos que se encuentran dentro de las articulaciones. Su función es evitar el desgaste y la fricción de los extremos óseos, permitir que éstos encajen mejor y amortiguar, transmitir y distribuir las fuerzas de gravedad y de tracción muscular que convergen en las articulaciones. El tamaño y la forma del cartílago articular varía considerablemente. Los cartílagos articulares más voluminosos son los de las rodillas y caderas, que deben soportar una mayor fuerza de gravedad: su espesor, en estas articulaciones, puede llegar a 4mm.La propiedad más importante del cartílago articular es la elasticidad, es decir, la capacidad de volver a su situación inicial tras ser sometido a una fuerte presión. Esta elasticidad es debida a que, al ser presionado, el cartílago articular expulsa agua de su propio tejido hacia la cavidad articular y cuando dicha presión cesa, absorbe el agua nuevamente.
CAPSULA ARTICULAR Y LIQUIDO ARTICULAR
La cápsula articular o sinovial es una cubierta doble que envuelve las articulaciones móviles y que sirve para darles estabilidad. Las cápsulas articulares más voluminosas son las de las rodillas, que proyectan hacia el interior de la articulación unas muescas laterales o meniscos. La capa externa de la cápsula articular, o membrana fibrosa, es un manto rugoso y extensible que está fuertemente unido a los huesos, justo en el límite de la articulación. La capa interna, o membrana sinovial, más delgada y elástica, reviste la articulación por dentro y está unida, por sus extremos, al cartílago articular. Su principal función es elaborar y secretar hacia la cavidad articular el líquido articular; además, cuenta con numerosas células defensivas. El líquido articular o sinovial es un líquido viscoso y amarillento que ocupa el interior de la cavidad articular. Su función es lubrificar y reducir las fricciones entre los extremos óseos y nutrir al cartílago articular. También posee células defensivas.

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